La estevia, una planta endulzante y mucho más

Las hojas de la estevia, al ser muy dulces, se utilizan como sustituto del azúcar para endulzar los alimentos, ¿quieres saber más sobre esta dulce planta?

Mucho se ha hablado últimamente de la estevia, una planta utilizada tradicionalmente como endulzante (o edulcorante) alimentario y de sus propiedades saludables para las personas diabéticas. Pero se ha hablado mucho y no siempre con precisión, ya que existe bastante confusión entre las propiedades de la planta como tal y las de los compuestos activos que se extraen a partir de sus hojas. Vamos a intentar esclarecer la cuestión.

Estevia: la planta

Bajo el nombre de Estevia se conoce un género de plantas de la familia de las asteráceas que comprende más de 240 especies, de entre las cuales, la Stevia rebaudiana Bertoni, es la más conocida y utilizada. Esta planta es originaria de América del Sur y fue traída por primera vez a España en el siglo XVI por Pedro Jaime Esteve, médico, botánico y naturalista valenciano, al que la planta y su género deben el nombre, ya que dicho científico firmaba sus obras en latín como Petrus Jacobus Stevus. Asimismo la variedad Bertoni recibe este nombre del apellido del botánico que la clasificó botánicamente.

Las hojas de esta planta son muy dulces, por lo que en sus países de origen se han utilizado desde antiguo para endulzar los alimentos en vez del azúcar, lo que resulta beneficioso para los diabéticos.

Los principales constituyentes: los glucósidos

La parte activa de la planta son las hojas, que contienen hasta un 10% de heterósidos glucosídicos, moléculas formadas a partir de azúcares simples (glúcidos), y una estructura no glucídica llamada genina o aglicón. Los principales son:

Esteviósido, rebaudósidos y dulcósido A, que se extraen de las hojas mediante un proceso de extracción acuosa. El extracto acuoso una vez purificado se recristaliza. Estos glucósidos tiene un poder edulcorante muy alto, son 250 a 300 veces más dulces que una solución que contenga 0.4% de sacarosa, lo que hace que como edulcorante sea muy interesante para las personas que tienen problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes, problemas cardiovasculares y todos aquellos para los que el consumo de azúcar está desaconsejado.

Los glucósidos de esteviol están autorizados como edulcorantes por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) desde el 11 de noviembre de 2011. Se ha establecido un consumo diario aceptable (IDA) de 4 mg/kg de peso corporal/día. Es decir que, por ejemplo una persona que pese 60 Kg puede tomar de forma segura 4 x 60 = 240 mg de glucósidos de esteviol por día. Los glucósidos de esteviol se utilizan para fabricar edulcorantes sólidos (comprimidos, granulados, sobres) o líquidos (gotas), así como para endulzar refrescos, zumos y otros alimentos industriales.

La hoja puede ser además una fuente de aminoácidos esenciales y contiene algunos ácidos grasos de la serie omega-6, vitaminas y minerales, en especial potasio que es en parte responsable de su efecto diurético.

Usos tradicionales de las hojas

La hoja de estevia se utiliza tradicionalmente en Sudamérica para el tratamiento de la diabetes y se comercializa como sustitutivo del azúcar en Japón y Brasil desde hace más de 20 años, mientras que en la medicina tradicional china los preparados a base de estevia se utilizan para el tratamiento de la hipertensión.

La hoja de estevia se utiliza de forma popular en infusión: una cucharadita de café por taza. Tomar una o dos tazas al día.Sin embargo, los estudios sobre su actividad como antidiabética o antihipertensiva se han realizado, no con las hojas sino con los extractos, es decir, con los glicósidos de esteviol.

Estudios con esteviósidos

Los estudios realizados para determinar la posible acción beneficiosa sobre diabetes o hipertensión, con los esteviósidos y las dosis utilizadas en los dos estudios más importantes han sido de:

El equivalente a 1 gr. de esteviósido en las comidas, para valorar su efecto sobre los niveles de azúcar y de 250 a 500 mg de esteviósido tres veces al día para valorar su efecto sobre la hipertensión. En estos estudios se ha visto que a las dosis mencionadas, reducen la glucosa postpandrial (dos horas después de ingerir alimentos), como consecuencia de no producirse picos de glucosa, las personas tienen más sensación de saciedad y no tienen hambre tan a menudo.

Asimismo, en los estudios sobre la hipertensión se ha visto un descenso de la tensión sistólica y diastólica, aunque no se ha podido determinar cuál es el mecanismo de acción.

Como se ve, estas dosis son más altas que las que se fijan como seguras como edulcorantes y en los estudios de seguridad se ha visto, en animales de experimentación, que el extracto acuoso de estevia, a dosis mayores de las utilizadas como edulcorante, produce y aumenta la diuresis. Hacen falta más estudios para fijar cuales son las dosis efectivas y seguras a largo plazo.

De momento, su uso como edulcorante a las dosis recomendadas por los fabricantes, que son las equivalentes a las consideradas como seguras por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, reporta de por sí el beneficio de tener un dulzor agradable que permite sustituir de forma y segura y acalórica el azúcar añadido a las bebidas y alimentos, con el añadido de sus posibles beneficios sobre los niveles altos de glucosa en sangre y sobre la hipertensión arterial.

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